Se trata por tanto de un proyecto de cocreación interempresarial, de compromiso e innovación social, con una finalidad solidaria, ya que se ha pensado para recaudar fondos para La Cuadri del Hospi, asociación que ayuda a la investigación y al bienestar de las familias de menores con cáncer.
En bares, colegios y fiestas
Y es que lo que se pretende es realizar una liguilla en los diferentes barrios, que cada uno de ellos cuente con una de estas ranas, y que los bares de cada zona organicen periódicamente campeonatos. Para ello se fabricarán más unidades. De momento no han fijado un precio, solo cuentan con una de ellas, el prototipo, y ya han recibido dos pedidos: del propio Ayuntamiento, y del colegio Salesianos de Cruces. «Está teniendo bastante auge, la gente está preguntando mucho para poder tener ranas propias. Es un juego que engancha, que pica, y que es sano, hace que la gente lo practique con los demás, y encima los más jóvenes van a tener oportunidad de conocerlo», apunta el creador de esta idea.
Una propuesta que desde La Cuadri del Hospi recibieron con los brazos abiertos. «Cualquier iniciativa que nos viene de gente que quiere ayudar a los niños y adolescentes con cáncer de Bizkaia es un orgullo. Por poco que sea es una ayuda muy importante para seguir manteniendo nuestros proyectos», ha afirmado Débora Martín, destacando que esta asociación, con sede en Cruces, recibe al mes a más de 180 familias de grandes luchadores.